Las criptomonedas siguen siendo un fenómeno relativamente nuevo en el mundo financiero, lo que ha dado lugar a una gran cantidad de desinformación. A lo largo de los años, se han propagado mitos acerca de su funcionamiento y seguridad.
A continuación, los especialistas de FinanzasJustas.com nos ayudan a desmentir tres de los mitos más comunes que persisten en torno a las criptomonedas.
Los inversores en cripto no pagan impuestos
Otro mito comúnmente creído es que las criptomonedas como Bitcoin están exentas de impuestos. Sin embargo, esto no es cierto. Al igual que con cualquier otra inversión, si compras y vendes Bitcoin y obtienes ganancias, debes declararlas a las autoridades fiscales.
En muchos países, como Suecia, las ganancias obtenidas por la compra y venta de criptomonedas están sujetas a impuestos. Por lo tanto, las criptoinversiones suecas deben pagar un 30% de impuestos sobre las ganancias obtenidas. Es esencial que los inversores comprendan las leyes fiscales de su país, ya que la evasión de impuestos en las transacciones de criptomonedas puede llevar a sanciones severas.
En España, el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) se aplica a la mayoría de las operaciones con criptomonedas, con una tasa que varía entre el 19% y el 28%. Además, podría operar sobre estas inversiones el Impuesto sobre el Patrimonio, que afecta a aquellos que tienen activos netos superiores a 700.000 euros.
Imposibles de rastrear
Este mito es completamente falso, de hecho, las transacciones de criptomonedas son más rastreables que las de dinero convencional.
La mayoría de las criptomonedas, como Bitcoin, funcionan en redes públicas de blockchain, que actúan como un registro transparente de todas las transacciones realizadas. Cada operación se registra en la cadena de bloques, generando un historial que no se puede modificar y que es accesible para todos.
Aunque las identidades de los usuarios no se revelan directamente, los detalles de las transacciones, como las direcciones de las billeteras y los montos involucrados, están disponibles públicamente para cualquiera que tenga acceso a la blockchain.
El sistema se basa en un enfoque seudónimo, no anónimo. Al realizar transacciones con criptomonedas, los usuarios utilizan direcciones de billetera, que son cadenas alfanuméricas que funcionan como seudónimos.
Estas direcciones no están asociadas directamente con identidades del mundo real, pero a través del análisis de patrones de transacciones y otros datos, es posible rastrear y, en algunos casos, identificar a las personas detrás de las transacciones.
Sólo las personas que tienen mucho conocimiento tecnológico pueden invertir
Este mito es un freno para muchas personas que se sienten intimidadas por la idea de invertir en criptomonedas. Aunque es cierto que el mercado de criptomonedas puede ser volátil y que algunos conocimientos técnicos pueden ser útiles, hoy en día existen numerosas plataformas que facilitan el acceso de los nuevos inversores al mercado. Estas plataformas ofrecen interfaces fáciles de usar, educación financiera sobre criptomonedas y opciones para realizar inversiones de bajo riesgo.
Además, los avances en el campo de la seguridad y la regulación han hecho que la inversión en criptomonedas sea más segura que nunca. A pesar de la volatilidad del mercado, los inversionistas pueden diversificar su portafolio y tomar decisiones informadas con las herramientas adecuadas. Por lo tanto, no es necesario ser un experto para empezar a invertir en criptomonedas, solo tener una buena estrategia y estar informado.
Desacreditar los mitos más comunes sobre las criptomonedas es esencial para permitir que más personas comprendan el verdadero potencial de estos activos digitales. Lejos de ser inalcanzables o anónimos, las criptomonedas pueden ser un vehículo de inversión legítimo.