Al buscar una casa nueva o ya existente, es probable que hayas oído hablar del término empeñar una propiedad o empeño de casa. Empeñar una propiedad es cuando alguien pide prestado dinero a un prestamista contra la garantía de su propiedad. Es una forma de acceder a fondos cuando los compradores necesitan recursos financieros adicionales. Este tipo de financiación suele ser más caro que los préstamos hipotecarios tradicionales, porque los prestamistas evalúan de nuevo los riesgos y quieren que se les compense totalmente en caso de que el prestatario no pague el préstamo.
Hoy en día, con la crisis económica derivada del COVID-19, muchas personas tienen dificultades para encontrar un lugar donde vivir o para cubrir sus finanzas. En este artículo, hablaremos de las posibilidades y opciones para empeñar una vivienda.
¿Qué es empeñar una vivienda?
Empeñar una vivienda es cuando un prestatario pignora su propiedad (normalmente una vivienda) como garantía de un préstamo, ya sea de una entidad bancaria o de un prestamista privado. Este tipo de préstamo permite al prestatario acceder a una determinada cantidad de capital basada en el valor de su propiedad. El prestamista evaluará y determinará el importe del préstamo que puede aprobar en función del valor de la propiedad.
Por ejemplo, si un prestatario tiene una propiedad por valor de 200.000 $, el prestamista puede concederle un préstamo de hasta el 70% del valor de la propiedad, es decir, 140.000 $. Esta puede ser una forma eficaz de que los propietarios accedan a un dinero extra sin tener que vender su propiedad.
Requisitos para empeñar una casa
Al empeñar una propiedad como garantía, los prestamistas suelen exigir alguna documentación adicional. Por ejemplo, suelen exigir un justificante de ingresos, así como cualquier otro documento que pueda demostrar la capacidad del solicitante para devolver el préstamo.
Además, algunos prestamistas también exigirán documentación adicional relacionada con la propia propiedad. Por lo general, exigirán documentación que demuestre que el solicitante es el propietario legal del inmueble, en forma de títulos de propiedad y otros documentos relacionados. Además, algunos prestamistas también pueden exigir documentos recientes relacionados con el pago de impuestos o diferentes servicios relacionados con la propiedad, como facturas de electricidad y agua.
Tipos de préstamos para empeñar una casa
Hay unos cuantos tipos diferentes de préstamos que los propietarios pueden utilizar al empeñar una casa. Entre ellos están:
1.Hipotecas
Las hipotecas son el tipo de préstamo más común para este fin. Este tipo de préstamo lo conceden los bancos u otras instituciones financieras. Por lo general, los prestamistas aprueban hipotecas de hasta el 70% del valor de la propiedad. Estos préstamos suelen tener un tipo de interés que oscila entre el 5% y el 15%, y plazos de devolución del préstamo de entre 3 meses y 10 años.
2.Préstamos sobre el capital de la vivienda
Este tipo de préstamo permite a los propietarios acceder a más fondos de los que podrían con las hipotecas. Los préstamos sobre el capital de la vivienda se garantizan con la casa como aval, y los fondos suelen utilizarse para financiar mejoras en la vivienda u otros gastos. Generalmente, los préstamos con garantía hipotecaria ofrecen mejores condiciones que los de otros préstamos. Sin embargo, este tipo de financiación suele requerir que el prestatario tenga una buena puntuación crediticia.
3.Préstamos personales
Los préstamos personales son préstamos ofrecidos por prestamistas privados y tienen un tipo de interés fijo. Este tipo de préstamo es ideal para los prestatarios que tienen un buen historial crediticio y pueden demostrar sus ingresos y su seguridad financiera. Generalmente, los préstamos personales ofrecen tipos de interés más bajos que otros tipos de préstamos, y los plazos de devolución son más cortos.
Pros y contras de empeñar una vivienda
Empeñar una vivienda es una gran opción para que los propietarios accedan a fondos extra, ya sea para mejoras en el hogar o para pagos emergentes. Los prestatarios tienen la ventaja de acceder a fondos a un tipo de interés más bajo que otros tipos de financiación.
Por otro lado, empeñar una propiedad también tiene algunos inconvenientes. En primer lugar, como la casa se utiliza como garantía, en caso de impago, el prestamista puede tomar posesión de la casa y venderla para cubrir sus pérdidas. Además, el tipo de interés y otras comisiones relacionadas con el préstamo pueden ser más elevados que los préstamos hipotecarios tradicionales.
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