En 1999, «Matrix» dio vida a la imagen de lo que podría ser un mundo digital alternativo: volar, saltar de un edificio a otro y esquivar balas.
Sin duda, en 1999 parecía una cosa del futuro. En 2023, parece cosa del pasado.
El tablero estaba preparado incluso antes de que Facebook se convirtiera en Meta: un número creciente de empresas ya se había apresurado a invertir en este mundo digital alternativo. Y más sorprendente aún es que hemos visto agencias que empiezan a especializarse en el metaverso como canal de marketing y exposición.
Facebook solo puso de moda hablar del metaverso de nuevo.
Sin embargo, parece que es una tierra a la que, hasta ahora, solo unos pocos pueden acceder. Así lo revela nuestro último estudio “Metaverse For Business”, tras encuestar a 200 empresas en Europa y Estados Unidos.
- En su estado actual, el metaverso parece dirigirse principalmente a hombres (64%), empresas de alto nivel (60%) y miembros de la Generación Z y millennials con conocimientos digitales (55%).
- Un 52% de las marcas cree que los clientes están preparados para el metaverso. Sin embargo, un segundo estudio que hicimos al público en general muestra que el 54% de los usuarios no confiaría en un mundo virtual.
- El 26% de las marcas espera ver un retorno de la inversión en el metaverso, mientras que el 17% espera reunir datos valiosos.
- La mayoría de las marcas encuestadas (68%) cree que la tecnología florecerá en tan solo 5 años.
- El 47% de las marcas afirma que es su departamento de innovación el más interesado en iniciativas dentro del metaverso.
- Al igual que Neo, nuestra mente inquisitiva nos impulsa a ver hasta dónde llega el hoyo del conejo y a descubrir cómo el metaverso se está convirtiendo en un lugar accesible solo para unos pocos privilegiado.
El metaverso es el nuevo umbral de riesgo
«Matrix» establece muchos paralelismos con el mundo de los negocios, empezando por la idea de invertir en el metaverso en primer lugar. Como empresario, ¿debo hacerlo? ¿Debo esperar a ver cómo se desarrolla?
Hicimos esta pregunta a las empresas que ya habían empezado a adentrarse en el mundo virtual, y la mayoría dijo que era un “riesgo que merecía la pena asumir” (55%).
Además, cuando se les preguntó por qué habían empezado a invertir en él, las empresas encuestadas destacaron que el metaverso es «el futuro» (36%). Cuando se les preguntó qué es el metaverso desde el punto de vista comercial, confirmaron que era tanto «el futuro» (22,19%) como «una plataforma llena de oportunidades» (21,85%).
Tierra para todos: Todas las empresas tendrán su parte en el metaverso
Si hay algo que nuestro estudio deja tan claro como el agua, es la confianza que las marcas están depositando en el metaverso.
Es tan alta, de hecho, que menos del 3% cree que el metaverso necesitará más de 10 años para alcanzar el consumo mundial y, como Neo, despegar hacia los cielos. La mayoría (68%) cree que tendrá su auge en los próximos 5 años.
Esa tendencia sigue siendo visible en el tipo de negocios que estas empresas creen que prosperarán en el metaverso. El 76% cree que todo tipo de industrias tendrá una oportunidad dentro del mundo virtual.
La opinión es compartida en cuanto a qué tipo de industrias se ajustarán al metaverso:
- El 32% cree que solo serán empresas tecnológicas.
- El 31% dice que solo serán empresas que vendan productos.
- El 29% cree que solo serán empresas de servicios, mientras que, en comparación, solo el 17% votó por las empresas públicas.
Al fin y al cabo, se trata de un negocio, por lo que hay que tener en cuenta los costes y el monto de inversión.
El 33% de las marcas del metaverso invierten allí entre el 10 y el 20% de su presupuesto
El riesgo es la píldora roja de Matrix, y las marcas están dispuestas a tomarla… pero no por las razones que podríamos haber pensado.
Comparamos nuestro estudio sobre el metaverso para empresas con otro estudio general que hicimos a 200 usuarios y profesionales del marketing de toda Europa y Estados Unidos. Ambas encuestas nos demostraron que las apariencias pueden, efectivamente, engañar.
A pesar de que el 20% de los usuarios ve el metaverso como una «forma de escapar del mundo real», en la práctica ha demostrado ser todo lo contrario para las marcas, que tienden a creer (26%) que un viaje a los mundos virtuales producirá algo más que entretenimiento para los clientes: rentabilidad.
Recuerda, estas son empresas que esperan ver rentabilizada su inversión en el metaverso, por delante del 18% que espera obtener datos de él y del 17% que pretende desarrollar nuevos productos en él.
Cuando se les pidió que definieran el presupuesto que reservaban para proyectos en el metaverso, el 33% de las empresas afirmó que era aproximadamente el 10-20% del mismo.
¿Quiénes son los usuarios navegando el metaverso? Una mirada a un perfil muy nicho
A pesar de sus escenarios idílicos y el revuelo que invoca su nombre, el metaverso sigue siendo una tecnología nueva, y una tecnología nueva siempre genera nuevas posibilidades.
Sobre todo si esa tecnología se trata de un mundo completo.
Las empresas que han invertido en el metaverso entienden que este nuevo reino está dirigido principalmente a:
- Hombres (11,3%), quizás tras la imagen estereotipada de los hombres como adoptadores tempranos de tecnologías nuevas o vistos como más interesados en ellas.
- Grandes marcas (10,7%), que pueden permitirse profundizar en este nuevo (y costoso) mundo virtual.
- La generación Z (9,9%) y los millennials (9,3%), quienes constituyen la fuerza de trabajo actual y son conocedores de la esfera digital.
Un espacio para la innovación… si puedes pagarlo
Es habitual pensar que el metaverso atrae sobre todo a las personas que disfrutan pasar tiempo ahí, a las que adoptan nuevas tecnologías de manera rápida. Pero eso es solo la mitad de la imagen, y los resultados de nuestro estudio completan la otra mitad de forma muy contrastada.
Nuestros datos demuestran que el metaverso parece reservado a un nicho de mercado, lo suficientemente solvente como para permitirse el poder computacional que requiere entrar ahí y que dispone del tiempo libre para navegar en él.
Además, el 47% de las marcas que ya invierten en el metaverso afirman que son sus departamentos de innovación los más interesados en iniciativas dentro del metaverso.
Esto demuestra que las empresas están preparadas para las nuevas tecnologías en este campo, pero también subraya una realidad importante: los departamentos de innovación son una característica casi netamente propia de empresas grandes.
De hecho, en 2019 la comunidad tecnológica online BuiltIn elaboró una lista con los 31 principales laboratorios de innovación pertenecientes a grandes marcas. La lista incluye a Google, Amazon, Verizon y Coca-Cola.
Marcas: «Estamos aquí en el metaverso». Usuarios: «¿Y qué?»
Si una empresa corta un árbol en el metaverso, pero nadie lo escucha… ¿se ha caído realmente?
El interés de las marcas en el potencial de un mundo digital alternativo no puede ser exagerado, y su confianza en su retorno de la inversión ha sido clarísima. Pero, de nuevo, no todo es como parece.
El 52% de las empresas encuestadas cree que los usuarios están preparados para el metaverso, mientras que nuestra encuesta general dice que un significativo 54% de los usuarios no confiaría en un mundo virtual.
Además, las empresas podrían estar exaltando el poder comercial que Meta tiene sobre sus usuarios, y aún más con el metaverso.
Nuestra encuesta general sobre el metaverso, realizada a 200 usuarios y profesionales del marketing, revela que el 20% de los encuestados de cada grupo considera que un mundo virtual es más bien una “vía de escape” de la realidad, por lo que surgen los retos para que las empresas consigan que las interacciones comerciales resulten naturales y divertidas.
Sin duda, la antigua identidad de Meta no puede ocultarse (Facebook), y las puertas de la posibilidad merecen la pregunta…
… ¿obligará el metaverso a las empresas a depender de nuevo en Facebook para las oportunidades de publicidad y marca?
“All work and no play”
No sería un estudio de Sortlist sin arrojar luz sobre las industrias que están invirtiendo en este mundo virtual.
Ninguna de las 200 empresas encuestadas pertenece al negocio del entretenimiento. En su lugar, las industrias de la informática (17%) y la educación (12%) son los sectores predominantes.
Les siguen las industrias de las finanzas (11%) y el marketing y la publicidad (10%), lo que confirma el enorme potencial que las empresas ven en el metaverso como otra fuente de ingresos.
En el ámbito de la educación, podemos ver claramente el alcance de la ambición de Meta al anunciar su versión del metaverso: el aprendizaje tal y como se conoce tradicionalmente dejará de existir, ya que las líneas entre la enseñanza y la experiencia comenzarán a desvanecerse.
Con innovaciones como esta, parece justificado un nuevo estudio: ¿será el metaverso un nuevo factor responsable de ampliar la brecha entre clases sociales?
Problemas de proporciones pandémicas: La fórmula que ayudó al metaverso a triunfar
Al principio de nuestro estudio mencionamos que un gran número de empresas ya había empezado a invertir en el metaverso, mucho antes de que Facebook anunciara su versión.
De hecho, un asombroso 66% de las empresas había pensado en invertir tiempo y dinero en el metaverso antes de que Facebook se convirtiera en Meta.
Por si fuera poco, la mayoría de las empresas encuestadas (el 31%) afirmó que los recientes acontecimientos en Ucrania no habían afectado a su estrategia de metaverso.
Esto es otra prueba del impacto que tuvo la digitalización para todas las empresas después de que la pandemia se convirtiera en una realidad.
No es de extrañar, pues, que la combinación de la crisis sanitaria y la necesidad de las empresas de lograr la transformación digital impulsara el interés por el metaverso como oportunidad de negocio. Un 92% de las empresas encuestadas afirmó que la pandemia aceleró el desarrollo del metaverso.
Parece que ni un conflicto transfronterizo ni el propio Zuckerberg influyen tanto en que las empresas se digitalicen como lo hace una crisis sanitaria.
NFTs, criptomonedas y trabajo remoto
El metaverso parece haber otorgado la debida validez a otras dos tecnologías que han estado en constante crecimiento: las criptomonedas y las NFT.
Nuestro estudio en Sortlist muestra que estos son los principales proyectos en los que las empresas están invirtiendo dentro del metaverso, con un 18% de las marcas centrándose en las criptomonedas y un 15% en las NFT.
Parece justo: las criptomonedas han sido aclamadas en los últimos años como el futuro de las transacciones entre países.
La inversión en el metaverso todavía se ve como un gran riesgo, lo que podría explicar por qué tendencias como las finanzas descentralizadas (DeFi en inglés) surgen como una alternativa favorable.
Las criptomonedas constituyen una forma de dinero descentralizado, y especialmente en tiempos de guerra, esto resulta especialmente útil porque evita que ese dinero pierda su valor.
Además, cuando hay conflictos bélicos, las instituciones financieras suelen limitar el acceso de la gente a las cuentas bancarias y a las divisas, lo que dificulta contar con los bancos. Aquí es donde un sistema relativamente anónimo y sin intervención gubernamental como las criptomonedas resulta más que ideal.
De hecho, preguntamos a las empresas si los recientes acontecimientos en Ucrania tuvieron o no un impacto en sus inversiones o estrategias con respecto al metaverso.
El 27% dijo que no, y un 31% también estuvo de acuerdo en que los eventos no tuvieron ningún efecto en su estrategia ya que creían que el metaverso era «más importante» que nunca.
Parece que acontecimientos globales como las pandemias son los que más aceleran la transformación digital.
Además, el metaverso se presenta no solo como una oportunidad para hacer negocios, sino también como una solución potencial que la pandemia trajo a luz: el trabajo a distancia.
El 14% de las marcas que participaron en nuestro estudio dijeron que estaban invirtiendo en iniciativas de trabajo remoto dentro del mundo virtual, justo después de las criptomonedas y las NFT. De hecho, el trabajo remoto es la única inversión en el metaverso que no está relacionada con negocios.
Inseguridad de ciberseguridad
A pesar de que las empresas en general están bastante interesadas en adentrarse en el nuevo mundo virtual, todavía hay algunas preocupaciones legítimas que les impiden aventurarse por completo.
La principal es la ciberseguridad. Destaca como la principal duda que tienen las empresas con el metaverso, ya que el 38% de las marcas están preocupadas por la seguridad y la protección de datos tanto de su propio negocio como los de sus clientes.
Se sitúa por delante de preocupaciones como que la tendencia del metaverso desaparezca (25%) o, incluso, sobre la preocupación de que la vida digital se imponga a la real (25%).
Una vez más, la confianza en el metaverso parece sólida, pero aún faltan algunos años para que veamos una adopción masiva del metaverso para las marcas. Hasta que los creadores de estos mundos virtuales aborden estos problemas de ciberseguridad, no sería raro ver que ese tiempo se prolongue.
Un mundo (¿privilegiado?) nos espera
El concepto de metaverso lleva vivo más de 20 años. En novelas clásicas como «Snow Crash» de Neal Stephenson (donde se acuñó por primera vez el término «metaverso») y en películas como «Matrix», la humanidad ha estado atraída hacia la idea de entrar en una realidad que imite la nuestra.
Hoy, gracias al poder de la tecnología, por fin podemos ver cómo esa realidad empieza a crecer, y las empresas están observando con cautela.
Sin embargo, esa visión hoy parece sesgada. Se reconocen los riesgos de invertir en el metaverso, pero las marcas parecen pensar que es un espacio solo para un grupo selecto de usuarios.
Acompañaremos a las marcas en el estudio del desarrollo de este mundo virtual, pero por ahora parece que, a pesar de su inmensidad, el metaverso parece prosperar en una burbuja.
Metodología
El estudio se realizó entre el 24 de febrero y el 1 de marzo de 2022 entre 200 empresas que ya han invertido en el metaverso. Las empresas encuestadas procedían de Bélgica, Alemania, España, Francia, Reino Unido y Estados Unidos. Nos dirigimos específicamente a trabajadores mayores de 25 años que ocupaban puestos gerenciales como ejecutivos de nivel C, presidentes, directores generales, miembros del consejo de administración y altos directivos. Las respuestas son anónimas.
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