El ecosistema de las criptomonedas está lleno de historias impactantes, y muchas de ellas giran en torno a la pérdida de grandes cantidades de Bitcoin debido a errores humanos o problemas de seguridad. Estos casos no solo ponen de relieve los riesgos inherentes a la gestión de activos digitales, sino también subrayan la importancia de seguir buenas prácticas para proteger nuestras inversiones. A continuación, exploramos algunas de las historias más emblemáticas.
El caso de James Howells: 8,000 BTC enterrados en un vertedero
James Howells, un trabajador de TI de Newport, Gales, es protagonista de una de las historias más conocidas en el mundo de las criptomonedas. En 2013, su disco duro que contenía la clave privada de su billetera con aproximadamente 8,000 bitcoins fue desechado accidentalmente por su entonces pareja, Halfina Eddy-Evans.
Howells, quien comenzó a minar Bitcoin en 2009, había guardado este disco duro tras desarmar su computadora debido a un accidente con líquidos. Sin embargo, el disco terminó en el vertedero de Docksway, un sitio que alberga más de 1.4 millones de toneladas de desechos. Pese a sus repetidos intentos por obtener permiso para excavar el lugar, las autoridades locales negaron su solicitud debido a los riesgos medioambientales.
En enero de 2025, el Tribunal Superior de Gales rechazó su demanda contra el Consejo de Newport, marcando el final de una batalla legal de años. En ese momento, los bitcoins en el disco tenían un valor estimado de $750 millones.
Stephan Thomas y el USB inaccesible
Otro caso destacado es el del programador estadounidense Stephan Thomas, quien recibió 7,002 BTC como pago en 2011 por crear un video educativo sobre Bitcoin. Thomas almacenó sus criptomonedas en un monedero de hardware IronKey, pero perdió el papel donde había anotado la contraseña.
IronKey, conocido por su seguridad, bloquea el acceso tras diez intentos fallidos de ingreso de contraseña. Thomas agotó ocho de estos intentos sin éxito, incluso contratando expertos en criptografía y recurriendo a hipnosis. Aunque nunca recuperó sus bitcoins, posteriormente acumuló nuevas criptomonedas trabajando en Ripple.
Peter Schiff: Crítico de Bitcoin y un error fatal
El economista Peter Schiff, conocido crítico de Bitcoin, también fue víctima de un desafortunado evento. En 2020, Schiff perdió acceso a su billetera debido a una confusión entre su PIN y su contraseña. Al no haber guardado su frase de respaldo, fue incapaz de recuperar los fondos.
Curiosamente, Schiff culpó a Bitcoin en lugar de admitir su error, declarando que el uso de criptomonedas era problemático. Este caso destaca la importancia de comprender y manejar correctamente las herramientas de almacenamiento cripto.
Mark Frauenfelder y el papel naranja perdido
Mark Frauenfelder, cofundador de BoingBoing y escritor para Wired, compró 7.4 BTC en 2016 y los almacenó en un monedero Trezor. Anotó la frase de respaldo y el PIN en un papel naranja que fue desechado accidentalmente por un empleado de limpieza.
Tras numerosos intentos fallidos para recordar el PIN y la consiguiente espera prolongada entre intentos, Frauenfelder recurrió a un hacker experto, Saleem Rashid, quien logró acceder al monedero. Este caso resalta la importancia de almacenar las frases de respaldo en lugares seguros y redundantes.
Lecciones aprendidas
Estos relatos sirven como recordatorio contundente de que, aunque las criptomonedas ofrecen un alto grado de autonomía financiera, también requieren una gran responsabilidad. La seguridad de los activos digitales no depende solo de la tecnología subyacente, sino también de la diligencia de los usuarios.
Asegúrate de:
- Respaldar tus claves privadas en múltiples ubicaciones seguras.
- Utilizar monederos confiables y entender cómo funcionan.
- Educarte constantemente sobre mejores prácticas de seguridad.
En un ecosistema donde la recuperación de activos puede ser imposible, la prevención es clave.
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