En un movimiento que refuerza la creciente adopción de las criptomonedas en Estados Unidos, el representante estatal de Texas, Giovanni Capriglione, presentó una legislación que busca establecer una reserva estratégica de Bitcoin (BTC). Este proyecto de ley tiene como objetivo posicionar a Texas como un referente en la adopción de activos digitales y preparar al estado para enfrentar la inflación tanto a nivel nacional como global.
El anuncio de la propuesta se realizó durante un evento en vivo en X Spaces el 12 de diciembre, donde Capriglione destacó la importancia de aceptar donaciones, impuestos y tarifas en Bitcoin. Según el legislador republicano, este enfoque permitiría al estado mantener una reserva estratégica del activo durante al menos cinco años. Además, subrayó que el proyecto está diseñado para ser flexible y amplio, permitiendo adaptarse a los cambios en el panorama regulatorio y tecnológico.
Bitcoin en el centro del debate político
La iniciativa llega en un momento en el que el precio de Bitcoin ha registrado un incremento del 50% tras la reciente victoria política de Donald Trump, considerado por algunos como el “mayor regreso político en la historia de Estados Unidos”, según Anthony Scaramucci. Durante una conferencia en Nashville, Trump prometió mantener intactas las 207,000 BTC que actualmente forman parte de las reservas del país. Por su parte, la senadora Cynthia Lummis presentó un proyecto de ley que propone acumular el 4% del suministro total de Bitcoin, equivalente a aproximadamente 840,000 BTC.
Estos desarrollos han impulsado a varios estados a tomar medidas relacionadas con las criptomonedas. Arkansas, Luisiana, Montana, Oklahoma y Pensilvania han implementado normativas para proteger los derechos de autocustodia, la minería y las transacciones peer-to-peer. Alabama, por ejemplo, también ha considerado la creación de su propia reserva de Bitcoin, siguiendo la recomendación del auditor general del estado, Andrew Sorrell.
El debate institucional: entre la cautela y la adopción
A pesar del entusiasmo de muchos legisladores y estados, el camino hacia una adopción más amplia no está exento de escepticismo. Voces como la de Charles K. Bobrinskoy, veterano de inversiones, continúan calificando a Bitcoin como una burbuja, desaconsejando su adopción por parte del gobierno de EE. UU. Sin embargo, importantes instituciones financieras como BlackRock han adoptado una postura diferente. La firma recomendó a los inversores asignar hasta un 2% de sus carteras a Bitcoin, una opinión respaldada por Tim Ogilvie, vicepresidente institucional de Kraken, quien destacó el potencial de las criptomonedas como un componente esencial en una cartera diversificada.
Hacia una adopción institucional creciente
El papel de las criptomonedas en las finanzas tradicionales está evolucionando rápidamente. Bitcoin, seguido de cerca por Ethereum, se está convirtiendo en un pilar clave para las estrategias de inversión. A pesar de que la adopción institucional todavía está en sus primeras etapas, el impulso hacia la incorporación de activos digitales en portafolios diversificados parece inevitable a medida que las instituciones buscan capturar el rendimiento de este mercado emergente.
Con propuestas como la de Texas, el debate sobre el papel de Bitcoin en la economía y las finanzas públicas continúa ganando relevancia. Este tipo de iniciativas podrían sentar un precedente para otros estados y países que buscan aprovechar el potencial de las criptomonedas en un mundo cada vez más digitalizado.
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