La propuesta MESA en Solana ha reactivado el debate sobre el modelo de emisión de su token nativo, SOL. Presentada el 17 de abril por el equipo de investigación de Galaxy Research, la iniciativa busca modificar el mecanismo de votación sobre la inflación, sin alterar la estructura general de su curva. El objetivo: alcanzar más rápidamente una tasa de emisión anual terminal del 1,5% y así fortalecer la economía de SOL frente a presiones inflacionarias.
Esta propuesta surge poco después del rechazo de la SIMD-0228, una mejora que pretendía reducir abruptamente la inflación del token. En ese momento, la falta de consenso entre los validadores dejó en suspenso cualquier cambio. MESA intenta resolver ese bloqueo mediante una mecánica más inclusiva y flexible para tomar decisiones.
El sistema actual y sus límites
Hoy, la emisión de SOL sigue una curva definida: comenzó con una inflación del 8%, que se reduce en un 15% anual hasta estabilizarse en un 1,5%. Si no se hacen cambios, Solana alcanzaría esa tasa terminal en unos 7,4 años. Sin embargo, Galaxy señala que esta velocidad es demasiado lenta y que la inflación actual —en torno al 4,6%— genera incertidumbre sobre el valor futuro del token.
La crítica no es menor: una oferta creciente puede diluir el valor de los tokens existentes y dificultar el desarrollo de una economía predecible y atractiva para inversores de largo plazo.
¿Qué propone MESA?
La propuesta MESA (Multiple Election Stake-Weight Aggregation) introduce un nuevo enfoque de votación: en lugar de una decisión binaria de “sí” o “no” frente a una propuesta específica, como sucedía con SIMD-0228, los validadores pueden elegir entre varias tasas de deflación preestablecidas.
Estas opciones incluyen mantener la tasa actual del 15% o incrementarla a valores como 20%, 25%, 30%, 32.5% o más. Cada elección sería ponderada por el porcentaje de participación (stake) que respalde esa opción. El resultado final sería una tasa promedio, reflejo del consenso del ecosistema.
¿Qué impacto tendría?
Galaxy estima que, con una tasa de deflación promedio del 30%, el objetivo de alcanzar una inflación del 1,5% podría lograrse en solo 3,7 años, casi la mitad del tiempo previsto actualmente. Esto implicaría una reducción más acelerada en la creación de nuevos tokens, lo que teóricamente podría sostener mejor el valor de SOL a largo plazo.
La mecánica de MESA también permitiría acuerdos más representativos, al evitar que propuestas ambiciosas sean rechazadas por falta de consenso absoluto. En lugar de “todo o nada”, se opta por un enfoque de agregación ponderada, más cercano a la gobernanza multilateral.
Sin sobresaltos en la curva
Una de las virtudes de la propuesta es que no modifica el diseño general de la curva de emisión de Solana. En ese sentido, no introduce disrupciones bruscas, lo que reduce el riesgo de incertidumbre o cambios inesperados en los incentivos económicos para validadores y usuarios.
El equipo de Galaxy subraya que el nuevo esquema podría aplicarse de forma gradual y controlada, manteniendo la previsibilidad del ecosistema, algo clave para la confianza de largo plazo.
Gobernanza en evolución
La discusión sobre MESA refleja un momento de madurez en la comunidad de Solana. Si bien la descentralización es un valor esencial, también lo es la capacidad de tomar decisiones técnicas complejas que afecten la política monetaria. MESA se presenta como un modelo más flexible, pero igualmente riguroso, para abordar esos desafíos.
La propuesta MESA en Solana representa una vía intermedia entre el inmovilismo y el cambio abrupto. Permitiría avanzar hacia una inflación más baja y sostenible mediante una votación plural, ponderada y técnicamente razonada.
Si logra consenso, marcaría un precedente no solo para Solana, sino para otras redes que enfrentan desafíos similares en su política de emisión. En un mercado donde la confianza y la sostenibilidad son clave, tener una hoja de ruta clara hacia una economía deflacionaria puede convertirse en una ventaja competitiva real.