En una jugada que reconfigura por completo el tablero del comercio internacional, el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, anunció este martes un aumento de aranceles a China hasta el 125%, al tiempo que introdujo una pausa arancelaria de 90 días para el resto de los países. La medida fue presentada como parte de una estrategia de «presión máxima» hacia Pekín, mientras se busca generar espacios de negociación con otras potencias comerciales.
Based on the lack of respect that China has shown to the World’s Markets, I am hereby raising the Tariff charged to China by the United States of America to 125%, effective immediately. At some point, hopefully in the near future, China will realize that the days of ripping off…
— Donald J. Trump Posts From His Truth Social (@TrumpDailyPosts) April 9, 2025
La pausa arancelaria, palabra clave en las declaraciones del mandatario, representa una ventana temporal de distensión para las relaciones comerciales internacionales, permitiendo reducir los aranceles recíprocos al 10% y fomentando un posible nuevo escenario diplomático con aliados tradicionales.
Impacto inmediato en los mercados financieros globales
La noticia fue recibida con volatilidad y reacciones mixtas en los mercados. El índice S&P 500, referente clave del mercado bursátil estadounidense, experimentó un repunte del 7%, reflejando el optimismo cauteloso de los inversores ante la pausa comercial, aunque la tensión con China sigue pesando como un factor de riesgo estructural.
Por otro lado, las acciones de empresas con fuerte exposición al comercio internacional, especialmente aquellas del sector tecnológico y manufacturero, mostraron ganancias tras la pausa arancelaria, mientras que los bonos del Tesoro operaron con rendimientos mixtos debido al reajuste en las expectativas de inflación y política monetaria.
China responde con fuerza: 84% de aranceles a productos estadounidenses
La reacción del gobierno chino no se hizo esperar. Horas después del anuncio de Trump, Pekín comunicó la implementación de un nuevo paquete de aranceles del 84% a una amplia gama de productos provenientes de EE.UU., lo que marcó un nuevo pico en la escalada de la guerra comercial.
Desde el Ministerio de Comercio de China se calificó la acción como «desproporcionada», mientras que varios portavoces del Partido Comunista insinuaron que las relaciones bilaterales podrían deteriorarse aún más si no se revierte el alza arancelaria.
Bitcoin reacciona con fuerza: caída inicial y repunte meteórico
Como ha sucedido en otros momentos de incertidumbre macroeconómica, el Bitcoin (BTC) volvió a posicionarse como un termómetro clave para medir el sentimiento del mercado global. En las primeras horas posteriores al anuncio, el precio de BTC cayó bruscamente por debajo de los 75.000 dólares, arrastrado por el pánico inicial y una alta liquidación en contratos apalancados.
Sin embargo, en una rápida recuperación, el activo logró revertir la tendencia, alcanzando niveles por encima de los 82.300 dólares en las últimas horas, según datos de Binance. La criptomoneda líder del mercado mostró un repunte superior al 6%, y un Índice de Fuerza Relativa (RSI) que se disparó por encima de los 72 puntos, confirmando la fuerte presión compradora. impulsado por la percepción de que la pausa arancelaria podría aliviar tensiones a corto plazo y reforzar la narrativa de Bitcoin como activo de refugio.
Análisis desde la óptica cripto
Desde mi experiencia como analista de mercado con más de una década siguiendo los vaivenes del ecosistema blockchain, este tipo de movimientos macroeconómicos tienden a amplificar la volatilidad en activos como el Bitcoin. Los inversores institucionales, que han ido ganando peso en el mercado cripto desde 2020, tienden a reaccionar con mayor rapidez ante eventos geopolíticos como los aranceles o las decisiones de la Reserva Federal.
La pausa arancelaria, aunque parcial, ha sido interpretada por muchos actores como un gesto diplomático que suaviza temporalmente el clima comercial, lo que podría incentivar el apetito por riesgo y atraer más flujo hacia activos como el BTC y el ETH en el corto plazo.
Además, el endurecimiento de la relación entre EE.UU. y China refuerza la narrativa de que las criptomonedas operan como alternativa frente a sistemas financieros tradicionales centralizados, particularmente en un contexto donde las monedas fiat están sujetas a decisiones políticas impredecibles.
Proyección para los próximos días
Todo indica que la volatilidad continuará. Si bien la pausa arancelaria permite cierto alivio, la permanencia del arancel del 125% sobre productos chinos genera incertidumbre. Los analistas ya proyectan escenarios en los que el Bitcoin podría probar nuevamente la resistencia en los 84.000 dólares, e incluso alcanzar máximos anuales si la tensión se intensifica y se mantiene el flujo institucional hacia el mercado cripto.
Desde el lado técnico, los indicadores apuntan a un momentum alcista. La superación del volumen promedio diario, el RSI por encima de 70 y el comportamiento en marcos temporales de 4h y el diario, sugieren que podríamos estar ante un nuevo tramo impulsivo, a menos que se anuncien nuevas medidas que enfríen el optimismo.