El lanzamiento del token CAR, una criptomoneda respaldada por el gobierno de la República Centroafricana (RCA), ha generado controversia en la comunidad cripto. Mientras un inversor logró convertir $5,000 en más de $12 millones en cuestión de horas, expertos advierten que el proyecto podría tratarse de una estafa.
Un inversor multiplica su capital en cuestión de horas
De acuerdo con datos de la plataforma de análisis blockchain Lookonchain, un operador logró obtener más de $12 millones tras comprar y vender grandes volúmenes de CAR en su lanzamiento. Este trader adquirió 46.57 millones de CAR por 25 SOL (alrededor de $5,000) inmediatamente después de que el presidente Faustin-Archange Touadéra publicara la dirección del contrato en redes sociales.
Posteriormente, vendió 22.65 millones de CAR por 8,395 SOL ($1.67 millones), mientras que aún conserva 23.92 millones de CAR, valorados en $10.5 millones al momento de la última actualización. El fenómeno ha generado especulación y dudas sobre la transparencia del proyecto.
Señales de alerta: ¿Es el CAR token una estafa?
Desde su anuncio oficial el 9 de febrero, el proyecto ha sido objeto de escepticismo. Algunos investigadores han señalado que el video donde el presidente Touadéra presenta el token podría haber sido manipulado mediante herramientas de inteligencia artificial (IA). Aunque otros expertos desestiman esta posibilidad, la comunidad cripto sigue debatiendo la autenticidad del anuncio.
Otro de los principales puntos de preocupación es que el dominio web del proyecto fue registrado en Namecheap apenas tres días antes del lanzamiento, lo que, según analistas, es poco habitual en iniciativas gubernamentales legítimas.
Manipulación en la liquidez y riesgo para los inversionistas
El investigador Yokai Ryujin, fundador de Unrevealed XYZ, ha advertido que la estructura del contrato inteligente de CAR permitiría a sus desarrolladores modificar y retirar los fondos sin restricciones. Inicialmente, el presidente había asegurado que la totalidad de los tokens estaban bloqueados a través de Streamflow, pero Ryujin detectó que los desarrolladores anularon el contrato original, trasladaron los tokens a sus billeteras y crearon un nuevo contrato sin bloquear los fondos prometidos.
Según sus cálculos, $17 millones en tokens quedaron bajo el control de los desarrolladores, una cifra que podría vaciar por completo los $3 millones de liquidez del proyecto, generando un colapso en su valor.
Suspensión del dominio y creciente escepticismo
Las sospechas en torno al CAR token se intensificaron aún más cuando Namecheap suspendió el dominio del proyecto. Esta acción ha aumentado la incertidumbre sobre la legitimidad de la criptomoneda, y muchos en la comunidad cripto la consideran potencialmente fraudulenta.
Mientras tanto, el auge de los meme coins sigue cobrando relevancia en la industria cripto, con gobiernos e individuos utilizándolos como herramientas de marketing y mensajes políticos. Casos similares han ocurrido en otras regiones, como Estados Unidos, donde un meme coin asociado a Donald Trump también generó controversia antes de su lanzamiento oficial.
La historia del token CAR deja en evidencia la volatilidad del mercado de criptomonedas y los riesgos asociados a proyectos con poca transparencia. La comunidad sigue atenta a los próximos movimientos en torno a este polémico criptoactivo.
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