Una jugada inesperada: los Trump se suben al tren de Bitcoin
En un movimiento que sacudió tanto al ecosistema cripto como al ámbito empresarial, Eric Trump y Donald Trump Jr. anunciaron su ingreso formal a la industria de la minería de Bitcoin. Lo hicieron a lo grande, lanzando American Bitcoin, una nueva empresa creada en alianza con la minera canadiense Hut 8, con la ambición declarada de convertirse en la operación de minería más grande y eficiente del mundo.
El anuncio oficial llegó junto con la noticia de una fusión estratégica entre American Data Centers (ADC) y la recién constituida American Bitcoin. Como resultado, esta última se consolida como una subsidiaria mayoritaria de Hut 8, con un reparto de participación del 80% para la firma canadiense y 20% para ADC, una empresa enfocada en infraestructura de inteligencia artificial fundada por los propios hijos del expresidente estadounidense.
Más allá de la inversión: minería como participación activa
Tanto Eric como Donald Jr. dejaron en claro que su interés por Bitcoin no es nuevo. “Desde el principio respaldamos nuestra convicción en Bitcoin, personalmente y a través de nuestros negocios”, expresó Trump Jr. Sin embargo, argumenta que la inversión pasiva no basta: “Comprar bitcoin es solo la mitad de la historia. Minarlo con una economía favorable abre una oportunidad aún mayor”.
Para ambos, ingresar en la minería representa un paso natural en su alineación con los principios de descentralización y soberanía financiera que impulsan al ecosistema cripto. En ese sentido, American Bitcoin será mucho más que una empresa tradicional: buscará incluir el activo digital en su balance y ofrecer una vía para que los inversionistas participen activamente del crecimiento de la red.
Eficiencia, escala y enfoque estratégico
El objetivo técnico de American Bitcoin es ambicioso. El proyecto apunta a superar los 50 exahashes por segundo (EH/s) en capacidad de minería, lo que la colocaría entre las líderes mundiales en términos de poder de procesamiento. Además, prevé alcanzar una eficiencia energética inferior a los 15 joules por terahash (J/TH), un estándar que combina competitividad operativa con conciencia energética, un tema cada vez más relevante en el debate sobre la sostenibilidad de la minería.
La estructura empresarial también fue diseñada con precisión. Al establecer American Bitcoin como una entidad independiente, Hut 8 y ADC pueden concentrarse en sus respectivas fortalezas. Por un lado, Hut 8 aporta su experiencia comprobada en la gestión de centros de datos y operaciones mineras. Por otro, ADC —con el respaldo de los Trump— aporta capital, visión estratégica y proyección mediática.
De la política a la blockchain: una narrativa poderosa
Aunque no es la primera vez que miembros de la familia Trump muestran simpatía por Bitcoin o las criptomonedas, esta incursión representa su paso más directo y estructurado en el ecosistema descentralizado. Lejos de ser una maniobra simbólica, la alianza con Hut 8 implica capital, infraestructura, liderazgo operativo y una estrategia claramente delineada.
Eric Trump lo resumió con contundencia: “Al combinar la excelencia operativa de Hut 8 con nuestra pasión compartida por Bitcoin y las finanzas descentralizadas, estamos preparados para construir una base sólida y generar un crecimiento significativo a futuro”.
El mensaje no deja lugar a dudas: American Bitcoin no será un experimento aislado, sino una plataforma de expansión que podría redefinir el papel de los actores tradicionales —incluso políticos— dentro del mundo descentralizado.
Un símbolo del nuevo paradigma financiero
La entrada de figuras del poder político y empresarial en la minería de Bitcoin no solo tiene implicancias técnicas o económicas. Representa también un cambio simbólico: el reconocimiento de que las criptomonedas, lejos de ser una moda pasajera, están transformando la infraestructura del sistema financiero global.
Con American Bitcoin, los Trump y Hut 8 están apostando por esa transformación desde dentro, armando una operación que busca ser no solo rentable, sino influyente en el diseño del futuro de Bitcoin. La fusión entre tecnología, política, poder económico y descentralización podría marcar un nuevo capítulo en la historia de la minería.