Coinbase ha decidido renovar sus esfuerzos por tokenizar sus propias acciones ($COIN) como parte de una estrategia más amplia para introducir los valores digitales en el mercado estadounidense. Esta iniciativa, que la compañía intentó por primera vez en 2020 y que tuvo que abandonar por obstáculos regulatorios, ahora reaparece en un contexto que augura cambios en la postura de los reguladores.
Un nuevo horizonte regulatorio
La reciente creación de un grupo de trabajo especializado en criptomonedas por parte de la SEC ha generado optimismo en Coinbase. Alesia Haas, directora financiera de la empresa, destacó durante la conferencia Morgan Stanley TMT que, “creo ahora que nuestros reguladores en EEUU están dispuestos a impulsar la innovación en productos y avanzar en este campo”. Este cambio de perspectiva abre la posibilidad de integrar de forma efectiva las tecnologías blockchain en las finanzas tradicionales.
De la visión a la práctica: tokenización y sus beneficios
Originalmente, Coinbase planeó salir a bolsa mediante la emisión de un token de seguridad que representara sus acciones, en línea con su visión de fusionar blockchain y finanzas tradicionales. Sin embargo, los obstáculos regulatorios –como la falta de plataformas autorizadas para negociar valores tokenizados en EEUU y la necesidad de obtener aprobaciones adicionales– obligaron a la compañía a optar por una salida a bolsa tradicional mediante un listado directo en abril de 2021.
Hoy, Coinbase no solo renueva la idea, sino que también explora la posibilidad de incorporar productos que ya son comunes en el mercado internacional, pero que aún están poco presentes en EEUU. Los tokens de seguridad, al operar en redes blockchain, ofrecen ventajas significativas: permiten a los inversores ejercer derechos de voto, participar en la distribución de beneficios y disfrutar de una mayor eficiencia en las transacciones, abriendo la puerta a un mercado de valores que funcione las 24 horas.
Superando desafíos del pasado
Este renovado impulso se produce en un contexto marcado por desafíos regulatorios anteriores, como la demanda de la SEC contra Coinbase por operar sin la debida autorización como exchange, corredor y agencia de compensación. La decisión de la SEC de solicitar el desistimiento definitivo del caso, impidiendo que pueda ser reabierto, ha sido interpretada como una señal de cambio en la mentalidad de los reguladores hacia un enfoque más favorable a la innovación en el sector cripto.
El CEO de Coinbase, Brian Armstrong, ha resaltado el potencial de los valores tokenizados para transformar la experiencia del inversor, permitiendo un mercado activo las 24 horas y reduciendo las fricciones propias del sistema financiero tradicional. La compañía ya había mostrado su compromiso con la infraestructura de valores digitales en su S-1 de 2020 y ha desarrollado un marco legal propio para garantizar el cumplimiento normativo en esta nueva etapa.
Hacia una nueva era en las finanzas digitales
Con la participación programada de Brian Armstrong en la primera Cumbre Cripto en la Casa Blanca, junto al presidente Donald Trump, queda claro que el diálogo entre la industria cripto y los responsables de la formulación de políticas está en auge. Este intercambio de ideas y perspectivas podría marcar el inicio de una transición hacia un sistema financiero más inclusivo y adaptado a las tecnologías emergentes.
La reactivación de la tokenización de acciones por parte de Coinbase no solo representa un paso estratégico para la empresa, sino también un indicador del creciente interés por parte de los reguladores en fomentar la innovación financiera. De confirmarse, esta iniciativa podría transformar el modo en que se negocian y gestionan los valores, impulsando una integración más fluida entre las finanzas tradicionales y la tecnología blockchain.