En medio de un constante clima caótico, inestabilidad económica y unas elecciones al parlamento en Venezuela, un candidato propone relacionar los salarios al Petro, la moneda digital centralizada, pero desde hace más de dos años, el medio petro de salario vinculado que prometió Nicolás Maduro aún no se cumple
En Venezuela, el contexto económico constituye uno de los principales malestares para el día a día de los ciudadanos, que ven insuficiente -casi- cualquier esfuerzo laboral, tanto profesional o informal, para darle solución a sus necesidades cotidianas, desde las más básicas y esenciales, hasta los gustos más particulares de cada individuo.
La realidad, de momento, supera los esfuerzos inorgánicos por restablecer un modelo económico funcional, del cual no hay rastro desde hace ya varios años. Hoy en día, desde la administración de Nicolás Maduro, las voces apuntan a una responsabilidad de las sanciones impuestas por el gobierno de Estados Unidos, que corresponden a esfuerzos por cortar vías de financiamiento a Maduro, individuos y entes gubernamentales a su servicio, que además guardan lazos con, según describen las autoridades estadounidenses, actividades ilícitas.
Con las sanciones como base narrativa, Maduro impulsó una Ley Antibloqueo ante la Asamblea Nacional Constituyente (ANC), órgano parlamentario a su disposición, paralelo a la Asamblea Nacional (AN) del país, que verá la realización de unas elecciones en el mes de diciembre que llegan con un apático clima electoral, por parte de ciudadanos que además de cuestionar el sistema electoral y su capacidad para responder a indicios democráticos fiables, tienen prioridades enfocadas en la supervivencia diaria y constante, con sueldos ínfimos e insuficientes, servicios públicos como la electricidad, el gas, internet y la gasolina, todos en manos del Estado, sirviendo para socavar más los intentos de subsistencia para los venezolanos en un país cada día más dolarizado.
Salarios en petros, propone un candidato parlamentario
El candidato para la Asamblea Nacional por el Circuito 7 de Maracaibo, Tony Boza, por el Gran Polo Patriótico Simón Bolivar (GPPSB), movimiento político estrechamente vinculado al chavismo en Venezuela, comentó en una reciente entrevista telefónica con el canal gubernamental VTV, que una de sus propuestas parlamentaria para un «proceso de recuperación para la capacidad adquisitiva», es la de vincular el sueldo a un petro, lo que significarían 60 dólares, según el valor asignado decretado por sus impulsores, supuestamente a una canasta de productos que incluyen petróleo como principal bien básico, oro y otros minerales, pero que despierta diversas dudas, en especial tras no modificar su precio ni siquiera ante la caída de los precios del petróleo al inicio de la pandemia de Covid-19.
Para realizar esto, se necesitarían 84 millones de petros al año, tomando en cuenta los 7 millones de empleados públicos y pensionados, explica Boza, un monto superior a los 5 mil millones de dólares, una cifra que consideró «manejable» para el país, tomando en cuenta el «respaldo propio» que posee la moneda digital. Con esto, según menciona, el proceso de «recuperación para la demanda» y beneficiando a los empresarios, propiciando lo que considera será además un inicio para la «recuperación económica» del país.
En el pasado, ya han surgido voces y peticiones que vinculen el salario de los venezolanos al Petro, como la realizada por el presidente de la Federación Nacional de Empleados Públicos (Fedeunep), Antonio Suárez, quien solicitó a principios de año que el salario mínimo para los trabajadores en Venezuela sea vinculado a la cifra de los 2.5 petros. En ese momento, el salario mínimo de los trabajadores era de 250 mil bolívares.
A más de dos años de la promesa del salario a medio petro en Venezuela
La vinculación de la moneda digital a los salarios de los venezolanos, es una promesa que data de hace más de dos años, cuando el mismo Nicolás Maduro, anunció que el salario mínimo de todos los trabajadores, estaría anclado a medio petro, es decir, 30 dólares, cuando decretó una serie de medidas económicas enmarcadas por una nueva reconversión monetaria, que restó cinco ceros a la moneda. Maduro afirmó en agosto de 2018:
Habrá un nuevo salario mínimo basado y anclado en el petro para su recuperación total… He fijado el salario mínimo, las pensiones y la base para todas las tablas salariales en 1800 bolívares que ganarán los trabajadores. El salario mínimo, los pensionados; será la base de la actualización de todas las tablas salariales, medio petro
La promesa de Maduro, hoy día, no se ha cumplido, desde hace ya bastante tiempo, ya que el salario mínimo oficial para los trabajadores, es de 800 mil bolívares, contando los 400 mil bolívares equivalentes al ticket de alimentación, que corresponden a 1.32 dólares según la tasa oficial del Banco Central de Venezuela, y 1.04 dólares aproximadamente, según la tasa de cambio paralela, que marca el ritmo de la divisa en el país. El medio petro, supondría un salario superior a los 18 millones de bolívares, según la promesa de Maduro, mientras que en el caso de la propuesta de un petro, realizada por el candidato a la Asamblea Nacional, significarían más de 36 millones de bolívares.
La viabilidad de la propuesta de vincular el salario de los venezolanos al Petro, parece cada vez más lejana, ya que pese a los intentos de Maduro, hasta el momento ineficientes, la moneda digital centralizada no ha creado más que dudas entre usurios y comerciantes en los muy breves intercambios comerciales realizados, que sumado a la constante opacidad sobre la misma, crean un clima de desconfianza que no ha permitido a la iniciativa de dinero digital de Maduro tomar fuerza en la economía venezolana.
Maduro intentará supuestamente además impulsar el Petro, junto a las criptomonedas, como herramientas para el comercio nacional e internacional para Venezuela, según dijo en el anuncio de la Ley Antibloqueo. De momento, el vínculo que tiene la ya aprobada ley con los criptoactivos, es como una forma alternativa de financiamiento.
No queda clara la manera en que Maduro buscará darle forma a un Petro que genera cada vez más interrogantes a su alrededor, pero la crecientemente dolarizada economía venezolana, no parece dejar espacio para bolívares o petros -los que logran comerciarlo a través de las plataformas reguladas-, que rápidamente son intercambiados por dólares, en su gran mayoría -y criptomonedas– con los que se puede pagar ya prácticamente en cualquier acto comercial en el país, sin importante cuán grande o pequeño sea, ni si se trata de un local formal o un vendedor informal. Una economía inflacionaria que, en medio del hambre, ha vivido un auge superficial para un mercado dolarizado de lujo.
Todo este contexto, son hechos que permiten ilustrar la realidad del contexto económico en el país, donde los venezolanos deben buscar múltiples opciones laborales, alternar con la economía informal o emprender -según sus posibilidades- para conseguir recursos que sirvan para acceder a bienes y servicios, cada vez más dolarizados y fuera del alcance para un gran sector de la población, que ve cómo las divisas son el día a día mientras sostienen -pocos, por el acceso limitado- billetes de bolívares devaluados que, mientras cambian de mano, disminuyen su valor con cada segundo que transcurre, quedando las piezas más viejas y sin valor para artesanía, carteras y collares. Y en Venezuela, más que en el Petro, los venezolanos están interesados en Bitcoin.
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