La caída del token OM, activo nativo del ecosistema MANTRA, ha generado un fuerte sacudón en el mercado cripto. En apenas cuatro horas, el precio del token se desplomó más de un 90%, pasando de cotizar por encima de los 6 dólares a apenas 0,37, y borrando miles de millones en capitalización. El incidente, ocurrido el 13 de abril, dejó en evidencia la fragilidad de ciertos proyectos aún en fase de consolidación, y abrió interrogantes sobre la gobernanza, la liquidez y los mecanismos de control dentro del sector DeFi.
OM, que había vivido una subida meteórica desde enero —cuando se ubicaba en solo 0,0158 dólares—, llegó incluso a superar los 9 dólares en su máximo histórico. Su asociación con temas emergentes como la tokenización de activos del mundo real (RWA), y su alianza con entidades como Google Cloud y el DAMAC Group de Dubái, le había dado una visibilidad inusual para un proyecto de su tipo. Por eso, el colapso de su precio no solo arrastró a pequeños inversores, sino que también puso en entredicho la viabilidad del modelo que propone MANTRA.
¿Qué ocurrió con OM?
Aunque al momento de redactar este artículo no se ha confirmado una causa oficial, circulan varias versiones. Entre ellas, una de las más repetidas en redes sociales es que el equipo fundador habría liquidado una parte importante de sus tokens, provocando una presión bajista insostenible. Sin embargo, desde el propio proyecto lo niegan.
Dustin McDaniel, líder de comunidad de MANTRA, aseguró en su canal oficial de Telegram que el equipo central no estuvo involucrado en el desplome y atribuyó el evento a “liquidaciones forzadas masivas” ocurridas en una plataforma todavía no identificada.
La versión oficial de MANTRA
Tras el colapso del token, el cofundador de MANTRA, John Patrick Mullin, realizó declaraciones públicas en un espacio de X (Twitter) en el que calificó el episodio como “sin precedentes”.
“Me desperté hace 30 minutos y todavía estamos intentando entender qué pasó. Por lo que sabemos, hubo una liquidación forzosa masiva en una exchange. No voy a decir cuál todavía, pero estamos investigando por qué hicieron lo que hicieron”, declaró Mullin.
Según su testimonio, una plataforma de intercambio —que no ha sido nombrada oficialmente— habría tomado control de múltiples posiciones vinculadas al token y las habría cerrado de forma abrupta, generando un efecto dominó de ventas en cascada. La falta de liquidez y la alta exposición apalancada de varios usuarios habrían amplificado el daño.
Un golpe a la confianza
La caída repentina de OM pone de manifiesto uno de los riesgos más grandes del ecosistema cripto: la opacidad operativa. A pesar de las declaraciones de los fundadores, muchos usuarios critican la falta de alertas previas, el cierre temporal de los canales de Telegram, y la ausencia de reportes técnicos que expliquen en detalle qué ocurrió.
Este vacío informativo alimenta las sospechas y debilita la credibilidad de un proyecto que hasta hace días se presentaba como líder en el sector de tokenización de activos del mundo real.
Contexto: ¿qué es MANTRA?
MANTRA es una plataforma enfocada en la tokenización de activos del mundo real (RWA), es decir, en representar digitalmente bienes físicos o financieros tradicionales como bienes raíces, bonos o commodities. Este sector ha ganado fuerza en 2024 como una de las tendencias más prometedoras del mundo blockchain, con la promesa de aumentar la liquidez, reducir intermediarios y ofrecer acceso a inversiones antes reservadas a grandes jugadores.
Sin embargo, la caída del token OM pone un freno a esta narrativa, al menos en lo inmediato. La experiencia deja al descubierto que no basta con una visión innovadora si no existen garantías de estabilidad, liquidez y transparencia en la gestión de activos digitales.
¿Y ahora qué?
El equipo de MANTRA ha prometido publicar un informe técnico con más detalles en los próximos días. Mientras tanto, el token OM cotiza cerca de los 0,60 dólares, una recuperación leve pero aún muy lejana de los niveles previos. Inversores e interesados en el ecosistema observan con cautela si se trata de un evento aislado o si hay fallas estructurales en la forma en que los exchanges y plataformas descentralizadas manejan riesgos sistémicos.
La caída del token OM marca un punto de inflexión en la trayectoria de MANTRA. No solo por la pérdida de valor económico, sino por el golpe a la percepción de seguridad y confiabilidad del proyecto. En un entorno donde la confianza lo es todo, recuperar la credibilidad puede ser más difícil que recuperar el precio.