Los mercados financieros reaccionaron con fuerza este lunes tras una serie de comentarios del presidente Donald Trump que reavivaron el debate sobre el valor de los activos refugio. En este contexto, Bitcoin y oro protagonizaron un nuevo repunte durante la sesión asiática, impulsados por crecientes tensiones geopolíticas y un debilitamiento marcado del dólar estadounidense.
En una publicación en Truth Social, Trump escribió:
“LA REGLA DE ORO DEL ÉXITO Y LA NEGOCIACIÓN: QUIEN TIENE EL ORO, HACE LAS REGLAS”.
Aunque sus palabras parecen seguir un tono retórico habitual, el mercado las interpretó como una reafirmación de su visión sobre el poder financiero y monetario, lo que provocó un movimiento inmediato en los principales activos duros.
Récord en el oro, fuerte alza en Bitcoin
El oro alcanzó un nuevo máximo histórico de 3.385 dólares por onza, con un incremento de casi el 2% en 24 horas. Bitcoin, por su parte, subió un 3%, cotizando cerca de 87.500 dólares, lo que representa un avance semanal del 4,5%, según datos de TradingView.
El comportamiento sincronizado de Bitcoin y oro, históricamente inusual, atrajo la atención de analistas y observadores del mercado, quienes sugieren que este movimiento refleja un cambio en las dinámicas macroeconómicas globales.
El dólar cae a mínimos de tres años
La reacción de los activos refugio coincidió con una fuerte caída del índice del dólar estadounidense (DXY), que tocó niveles no vistos en los últimos tres años. La debilidad de la divisa se intensificó tras declaraciones de Kevin Hassett, director del Consejo Económico Nacional, quien afirmó que Trump aún considera remover al presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell.
El temor a una intervención directa del poder ejecutivo en la política monetaria, sumado a la creciente tensión con China, alimentó una ola de ventas sobre el dólar, y reactivó el interés por activos que no dependen del sistema financiero tradicional.
¿Una narrativa convergente?
La carta semanal de análisis financiero The Kobeissi Letter destacó que estamos ante un fenómeno raro:
“El oro ha alcanzado su 55.º máximo histórico en 12 meses, y Bitcoin se ha unido oficialmente al rally. Por primera vez en años, las narrativas de ambos activos se alinean: se anticipa un dólar más débil y mayor incertidumbre global”.
Este tipo de comportamiento es poco frecuente. Tradicionalmente, cuando el dólar cae, Bitcoin ha tendido a moverse en paralelo o incluso a la baja, debido a su correlación con activos de riesgo. Pero en esta ocasión, Bitcoin se comportó más como un refugio, tal como lo hace el oro.
¿Se está volviendo Bitcoin realmente “oro digital”?
Pese a la narrativa de que Bitcoin actúa como “oro digital”, los datos muestran que, en los últimos tres años, la correlación entre ambos activos rara vez ha superado 0,3. En cambio, Bitcoin ha mostrado una mayor afinidad con las acciones tecnológicas, alcanzando un coeficiente de correlación de hasta 0,7 con índices del sector tech.
Esto ha hecho que muchos analistas consideren a BTC como un activo de “riesgo moderado” más que un refugio clásico. Sin embargo, los movimientos recientes podrían indicar una transición narrativa y funcional.
Desde Franklin Templeton Digital Assets advierten que aún es temprano para confirmar un cambio estructural en la relación de Bitcoin con los activos de riesgo. Pero reconocen que su comportamiento en el actual entorno geopolítico es un indicio de su maduración como reserva de valor emergente.
El comportamiento reciente de Bitcoin y oro frente a la caída del dólar y las declaraciones de Trump sugiere una creciente convergencia de ambos activos como instrumentos de cobertura ante la incertidumbre global. Aunque siguen existiendo diferencias fundamentales entre ellos, el mercado comienza a valorar a Bitcoin no solo como una inversión especulativa, sino también como un posible resguardo ante turbulencias financieras y decisiones de política monetaria no convencionales.
Si esta tendencia persiste, podríamos estar presenciando una evolución clave en la narrativa y el rol institucional de Bitcoin en los próximos ciclos económicos.