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Bitcoin supera los 93.000 dólares por primera vez en semanas, impulsado por una combinación de factores políticos, económicos y técnicos. Durante la noche del martes, el precio de la criptomoneda insignia escaló hasta 93.900 dólares, antes de retroceder ligeramente a 92.700 dólares, según datos de TradingView.
El movimiento alcista se produjo tras los comentarios del presidente Donald Trump, quien aseguró que “no tiene intención” de destituir al presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, a pesar de semanas de tensiones públicas.
“Nunca tuve esa intención. Me gustaría que fuera un poco más activo en bajar las tasas de interés, pero no, no lo voy a despedir”, dijo Trump ante la prensa.
Estas palabras generaron un alivio inmediato en los mercados, que venían especulando sobre una posible intervención política directa en la Fed, algo que habría socavado su credibilidad institucional.
Un rally alimentado por la política
Además de su aclaración sobre Powell, Trump también suavizó su postura sobre las tarifas a China, señalando que “bajarán sustancialmente” y que “no busca una guerra comercial”.
Estas señales de distensión impactaron directamente en el apetito por activos refugio y de cobertura. Si bien el oro se acercó a los 3.500 dólares por onza, fue Bitcoin el protagonista de la jornada, al registrar una ganancia intradía de casi 5%.
Un desacople en proceso
Analistas del sector señalan que Bitcoin podría estar comenzando a desligarse del comportamiento de las acciones tecnológicas, particularmente del Nasdaq. Durante años, ambas clases de activos han mostrado una correlación positiva, pero el reciente comportamiento de BTC sugiere una narrativa independiente más alineada con activos duros como el oro.
Esta lectura se refuerza por el aumento en la cotización de ambos activos (BTC y oro) ante la incertidumbre política, mientras que los índices bursátiles tradicionales se mantuvieron estables o ligeramente negativos.
Retorno del apetito institucional
Uno de los motores clave del repunte actual es el retorno del flujo institucional hacia los ETFs de Bitcoin al contado. Según datos de Farside Investors, el lunes se registraron 381 millones de dólares en entradas netas, con todos los fondos en verde, algo poco común en jornadas recientes.
Hasta la sesión del martes, los ETFs ya acumulaban 719 millones de dólares en entradas netas, y si se confirman nuevos ingresos al iShares Bitcoin Trust de BlackRock, se trataría del mejor día para estos fondos desde enero.
Este renovado interés institucional aporta liquidez y legitimidad al mercado de BTC, y representa una señal de confianza en el mediano plazo, especialmente en un contexto macroeconómico aún inestable.
¿Qué sigue para el precio?
Tras alcanzar los 93.900 dólares, Bitcoin retrocedió levemente, cotizando en torno a los 92.700 dólares al momento de la redacción. Técnicamente, la zona de los 94.000 dólares representa una resistencia clave, cuya ruptura podría abrir paso a un intento por superar los 95.000 e incluso apuntar al rango psicológico de los 100.000 dólares.
En caso contrario, si no logra sostener el impulso, el soporte inmediato se encuentra en la franja de los 91.200 a 90.500 dólares, niveles que han servido como base en repuntes anterior
Que Bitcoin supere los 93.000 dólares no es solo una noticia técnica, sino una manifestación del papel cada vez más complejo que juega la criptomoneda en el escenario económico global. Desde la política monetaria hasta la incertidumbre geopolítica, Bitcoin está consolidándose como un activo que ya no responde únicamente a la lógica de los mercados especulativos, sino también como termómetro financiero frente a decisiones de Estado.
Con las miradas puestas en la Fed, la política comercial de EE. UU. y la evolución de los ETFs, los próximos días serán cruciales para confirmar si este impulso marca el inicio de un nuevo tramo alcista o una pausa temporal en medio de la volatilidad.
por primera vez en semanas, impulsado por una combinación de factores políticos, económicos y técnicos. Durante la noche del martes, el precio de la criptomoneda insignia escaló hasta 93.900 dólares, antes de retroceder ligeramente a 92.700 dólares, según datos de TradingView.
El movimiento alcista se produjo tras los comentarios del presidente Donald Trump, quien aseguró que “no tiene intención” de destituir al presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, a pesar de semanas de tensiones públicas.
“Nunca tuve esa intención. Me gustaría que fuera un poco más activo en bajar las tasas de interés, pero no, no lo voy a despedir”, dijo Trump ante la prensa.
Estas palabras generaron un alivio inmediato en los mercados, que venían especulando sobre una posible intervención política directa en la Fed, algo que habría socavado su credibilidad institucional.
Un rally alimentado por la política
Además de su aclaración sobre Powell, Trump también suavizó su postura sobre las tarifas a China, señalando que “bajarán sustancialmente” y que “no busca una guerra comercial”.
Estas señales de distensión impactaron directamente en el apetito por activos refugio y de cobertura. Si bien el oro se acercó a los 3.500 dólares por onza, fue Bitcoin el protagonista de la jornada, al registrar una ganancia intradía de casi 5%.
Un desacople en proceso
Analistas del sector señalan que Bitcoin podría estar comenzando a desligarse del comportamiento de las acciones tecnológicas, particularmente del Nasdaq. Durante años, ambas clases de activos han mostrado una correlación positiva, pero el reciente comportamiento de BTC sugiere una narrativa independiente más alineada con activos duros como el oro.
Esta lectura se refuerza por el aumento en la cotización de ambos activos (BTC y oro) ante la incertidumbre política, mientras que los índices bursátiles tradicionales se mantuvieron estables o ligeramente negativos.
Retorno del apetito institucional
Uno de los motores clave del repunte actual es el retorno del flujo institucional hacia los ETFs de Bitcoin al contado. Según datos de Farside Investors, el lunes se registraron 381 millones de dólares en entradas netas, con todos los fondos en verde, algo poco común en jornadas recientes.
Hasta la sesión del martes, los ETFs ya acumulaban 719 millones de dólares en entradas netas, y si se confirman nuevos ingresos al iShares Bitcoin Trust de BlackRock, se trataría del mejor día para estos fondos desde enero.
Este renovado interés institucional aporta liquidez y legitimidad al mercado de BTC, y representa una señal de confianza en el mediano plazo, especialmente en un contexto macroeconómico aún inestable.
¿Qué sigue para el precio?
Tras alcanzar los 93.900 dólares, Bitcoin retrocedió levemente, cotizando en torno a los 92.700 dólares al momento de la redacción. Técnicamente, la zona de los 94.000 dólares representa una resistencia clave, cuya ruptura podría abrir paso a un intento por superar los 95.000 e incluso apuntar al rango psicológico de los 100.000 dólares.
En caso contrario, si no logra sostener el impulso, el soporte inmediato se encuentra en la franja de los 91.200 a 90.500 dólares, niveles que han servido como base en repuntes anteriores.
Que Bitcoin supere los 93.000 dólares no es solo una noticia técnica, sino una manifestación del papel cada vez más complejo que juega la criptomoneda en el escenario económico global. Desde la política monetaria hasta la incertidumbre geopolítica, Bitcoin está consolidándose como un activo que ya no responde únicamente a la lógica de los mercados especulativos, sino también como termómetro financiero frente a decisiones de Estado.
Con las miradas puestas en la Fed, la política comercial de EE. UU. y la evolución de los ETFs, los próximos días serán cruciales para confirmar si este impulso marca el inicio de un nuevo tramo alcista o una pausa temporal en medio de la volatilidad.