En 2024, Bitcoin registró un impresionante crecimiento del 111%, superando con creces el aumento del 24% del índice S&P 500, reconocido como uno de los más seguros del mercado bursátil. Este desempeño ha reavivado el debate sobre si las criptomonedas pueden representar una alternativa viable a las inversiones tradicionales.
Desempeño histórico: Bitcoin vs. S&P 500
El S&P 500 es un índice que sigue el rendimiento de 500 de las empresas más importantes de Estados Unidos, incluyendo gigantes como Nvidia, Apple, Microsoft y Meta Platforms. Estas compañías representan alrededor del 80% de la capitalización bursátil del país, consolidando al S&P 500 como una opción de inversión confiable y de bajo riesgo a lo largo del tiempo.
Por su parte, Bitcoin ha mostrado una volatilidad mucho mayor desde su lanzamiento, experimentando crecimientos espectaculares y caídas pronunciadas. Por ejemplo, alcanzó un aumento anual del 1,336% en 2017, pero sufrió una pérdida del 73% en 2018. Sin embargo, en el periodo de 2013 a 2023, el retorno anualizado de Bitcoin fue del 74.1%, en comparación con el 13.3% del S&P 500. ¡Un solo dólar invertido en Bitcoin en 2013 habría generado un retorno 100 veces mayor que uno invertido en el S&P 500 en ese mismo año!
Riesgos y recompensas: ¿Una inversión audaz o arriesgada?
Bitcoin destaca por su potencial de altas recompensas, pero también implica riesgos significativos. Por ejemplo, si un inversor compró Bitcoin en diciembre de 2017, tuvo que esperar más de dos años para recuperar su inversión inicial. Esta volatilidad lo convierte en una opción más aventurera frente al S&P 500, que tiende a ofrecer retornos más estables y predecibles.
Según expertos como los matemáticos Aubain Nzokem y Daniel Maposa, Bitcoin tiene un 40% más de probabilidades de generar retornos diarios positivos en comparación con el S&P 500. Además, su relación valor-riesgo es cuatro veces superior, lo que refuerza su atractivo para los inversores dispuestos a tolerar mayores fluctuaciones.
Bitcoin y el contexto inflacionario
Uno de los argumentos a favor de Bitcoin es su capacidad para superar la inflación en periodos relativamente cortos. Por el contrario, el S&P 500 ha tenido momentos históricos donde sus retornos no lograron compensar la inflación, como en las décadas de 1970 y 2000. Sin embargo, en general, este índice ha cumplido con su propósito principal: mantener el valor del dinero a largo plazo.
A pesar de estas fortalezas, el S&P 500 enfrenta críticas debido a su composición. Al invertir en las 500 empresas, se adquieren tanto compañías de alto rendimiento como otras que pueden afectar negativamente el promedio del índice.
En el debate entre Bitcoin y el S&P 500, no se trata de una competencia directa, sino de reconocer sus diferentes roles en una cartera de inversión. Bitcoin puede ser una herramienta para diversificar y buscar rendimientos altos en un corto plazo, mientras que el S&P 500 sigue siendo una opción confiable para quienes priorizan la estabilidad y el crecimiento constante. Con estas perspectivas, los inversores tienen la oportunidad de elegir la estrategia que mejor se alinee con sus objetivos financieros y tolerancia al riesgo.
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