En las últimas 36 horas, Bitcoin como activo refugio ha cobrado fuerza como narrativa dominante en los mercados. La criptomoneda superó los 88.500 dólares, registrando un avance del 4,4%, mientras el oro alcanzó los 3.445 USD por onza (+3,5%), en un entorno de creciente tensión económica tras el anuncio de nuevos aranceles por parte de EE. UU. a paneles solares del sudeste asiático.
La medida comercial, que impone derechos antidumping de hasta 3.521%, fue interpretada como un nuevo episodio de fricción con China, y provocó una fuga de capital hacia activos duros, desviando el flujo de inversión desde bonos y acciones hacia Bitcoin y oro.
Bitcoin rompe la correlación con acciones y bonos
El comportamiento técnico de BTC durante esta ventana fue notable. El precio subió en dos etapas: la primera en horas finales del mercado estadounidense, y la segunda durante las sesiones de Hong Kong y Singapur. En paralelo, los futuros del S&P 500 retrocedieron un 0,51%, y los bonos del Tesoro a 10 años cayeron 0,51% en precio, reflejando una subida de los rendimientos a 4,49%.
Mientras tanto, la correlación entre Bitcoin y oro alcanzó +0,78, y la correlación entre BTC y el precio de los bonos estadounidenses cayó a -0,61, indicando que Bitcoin se desvincula cada vez más de los activos sensibles a tasas de interés y se alinea con instrumentos de preservación de valor.
Impacto de los aranceles solares y minería de Bitcoin
Los nuevos aranceles afectan a paneles solares provenientes de Camboya, Tailandia, Vietnam y Malasia, países señalados por EE. UU. por facilitar la triangulación de exportaciones chinas. Este cambio en política comercial no solo impacta el comercio internacional, sino que tiene implicaciones directas sobre el ecosistema minero de Bitcoin, especialmente en EE. UU.
Muchos centros de minería en Texas, Kentucky y otros estados dependen de energía solar como fuente renovable. El aumento de costos derivado de estas tarifas podría alterar la estructura de costos marginales del minado de BTC, afectando la rentabilidad de operaciones clave.
Futuros, flujos y zonas de pivote
Según datos de CME Group, el interés abierto en futuros de bitcoin aumentó un 8% durante el tramo asiático del rally, lo que sugiere que el movimiento fue respaldado por flujo institucional real, y no por especulación residual de mercados tradicionales.
Zonas técnicas como 87.019, 87.707 y 88.434 actuaron como buffers intradía. Actualmente, los analistas siguen de cerca el pivote de 88.434, considerado clave para definir si Bitcoin tiene impulso suficiente para superar su rango actual o si veremos una corrección hacia los 86.000.
Divergencia con el petróleo y acciones
Mientras BTC y el oro actuaron como activos refugio, el petróleo (WTI) mostró una reacción técnica distinta. Subió solo un 0,57% a 64 USD, tras tocar su mínimo de 18 meses el lunes, lo que sugiere que aún no se ha alineado con la narrativa de cobertura frente a inflación.
Las acciones, por su parte, también mostraron debilidad: los futuros del S&P 500 bajaron tras una recuperación parcial reciente, y los flujos de capital parecen estar desplazándose hacia activos menos expuestos a decisiones de bancos centrales y conflictos políticos.
Asia como líder en descubrimiento de precio
Un dato cada vez más claro es que Asia está liderando los movimientos de precio. El segundo tramo del rally de Bitcoin se produjo casi exclusivamente durante la sesión asiática, lo que indica que Singapur, Hong Kong y otras plazas regionales están ganando protagonismo, incluso por encima de los flujos institucionales tradicionales de Nueva York o Londres.
Este patrón sugiere que el centro de gravedad del mercado cripto se está desplazando hacia Oriente, algo que impactará la dinámica de liquidez y reacción ante eventos macro.
El comportamiento reciente de Bitcoin confirma que, en un entorno de debilitamiento del dólar, incertidumbre monetaria y fricciones geopolíticas, el mercado comienza a consolidar su posición como activo refugio.
La alineación con el oro, el desacoplamiento de las acciones y la correlación negativa con los bonos posicionan a BTC como una herramienta estratégica para mitigar riesgo sistémico. Si esta narrativa se mantiene, podríamos estar presenciando un cambio estructural en cómo se percibe y utiliza Bitcoin en los portafolios globales.